lunes, 8 de julio de 2019


LA EXPERIENCIA DE APRENDER Y COMPARTIR...

Deberíamos darnos cuenta que la enseñanza, sea cuál fuere, con el propósito de ‘liberar’ al ser humano de su ‘sufrimiento’, esa enseñanza tiene que estar basada en el suceso, en la experiencia, y no en la palabra…

Empieza a tener cierta relevancia e importancia que empecemos a darnos cuenta de ello.
Todo descubrimiento que tiene que aportarnos en algún momento y en algún sentido la libertad desde nuestra propia experiencia humana, tiene que estar basado desde el suceso por una única y simple razón: es dónde nosotros hemos depositado nuestra consciencia y nuestra atención.

Cuando lo que hacemos es seguir la enseñanza a través exclusivamente de un ‘concepto’, o de una palabra de lo que ‘aquel dice’, o de lo que ‘aquel me dijo que leyó en un libro que escribió aquella persona’, de lo ‘que vi en un video’… cuándo baso la enseñanza en ese ‘mecanismo intelectual’, la enseñanza nunca me alcanza… 
… no me alcanza porqué siempre interpongo sin darme cuenta la interpretación que yo hago de aquello que estoy leyendo, de aquello que estoy escuchando…hasta que te das cuenta de ello y sigues leyendo… por qué? Porque al darme cuenta tengo que seguir leyendo para intentar entenderlo…

Pero no funciona así, es más sencillo que eso…

El otro día echaba ‘la mente atrás’, a través de recuerdos de experiencias pasadas, muchas de ellas vacías de consciencia (quizás) en aquel momento, pero que gracias al momento presente actual adquiría más que sentido. Son ya cerca de 30 años de práctica (29 para ser exactos), y muchas experiencias que me han llevado al momento presente... 

Cuanto más alto te esfuerzas en llegar, menos acompañado estás. La soledad del camino es inevitable. O se asume o se pierde la dirección. Para seguir adelante hay que tener una convicción fuerte, una postura correcta y una 'dieta adecuada'. Tener presentes la intuición, la simplicidad, la austeridad, la espontaneidad, la profundidad, la libertad y la serenidad.

El camino, llamémoslo compromiso, es una decisión vital. No es una manera de hacer. Es una manera de existir. Tendrás dudas, tendrás miedo, tendrás tentaciones, sufrirás agotamiento, te sentirás perdido...

Quien escoge el camino evita los pensamientos cuando descansa y la ansiedad cuando actúa. Haz lo que tienes que hacer; y muchas veces lo que tenemos que hacer es 'nada'. Abandonar la sensación de que tenemos que controlarlo todo.

Mirando alrededor mío, me parece observar cada vez y con más ‘obsesión’ la necesidad de estar continuamente buscando fuera de nosotros; un guía, un camino a seguir, un maestro… sin darnos cuenta de un detalle que para mi casi se ha convertido en una máxima: aquel a quien admiras, es aquel a quien ves aquello que tu no estás dispuesto a asumir y proyectas en el otro… 



Creo que debemos ser responsables de nuestros propios actos sin escudarnos en el 'Guía' que vamos siguiendo...  Somos nosotros mismos los que escribimos nuestro propio camino al ir dando pasos...

Todas las historias, relatos, referentes, etc… nos apuntan o señalan una dirección y/o sentido; es como mirar a través de un cerrojo: si nos paramos y miramos a través de él,  nos encontraremos un mundo repleto de pequeños y grandes momentos que deben ser vividos...

Uno de los problemas de los seres humanos es que queremos dar sentido a nuestras vidas, no a cada instante...

Una mente simple es una mente sana; una mente simple es una mente ‘vulgar’, es una mente ‘des-preciable’; una mente coherente porque lo que piensa y lo que es no esta ‘dis-asociado’…

La cuestión es que, a pesar de que todo es verdad, existe la mentira. ¿Y en qué consiste la mentira? La mentira consiste en que no coincidan tu pensamiento, tus palabras y tus actos. La verdad es la coincidencia de esos tres elementos. Justo así se explica que haya tantas, tan diversas, tan contradictorias. Cada uno tiene que respetar, decir y hacer la suya.

Eso es el camino...


En cuanto te aferres a algo, perderás la atención. Si deseas verdaderamente encontrar el Camino, no te aferres a nada. Todas las prácticas, todos los actos, son impermanentes.

Pero esta mente no está en ninguna parte externa al cuerpo material de los cuatro elementos. Sin esta mente, no podemos movernos. El cuerpo no tiene constancia. El cuerpo no tiene naturaleza, como una planta o una piedra. Entonces, ¿cómo se mueve? Es la mente la que se mueve.

Aparte del movimiento no hay mente, y aparte de la mente no hay movimiento. Pero el movimiento no es la mente. Y la mente no es el movimiento. El movimiento es, esencialmente, No-mente. Y la mente es, esencialmente, No-movimiento. Pero el movimiento no existe aparte de la mente, y la mente no existe aparte del movimiento. 

                                                                                   Miyamoto Musashi

Joan Rubio Mulero
MUSUBIKAI MONTSENY

domingo, 17 de marzo de 2019

AIKI: LA PRÁCTICA Y EL ARTE DE NO-INTERFERIR…


En el Aikido, al igual que en la vida, tenemos la tendencia de intentar cambiarlo todo en vez de observarlo, sentirlo y vivirlo…

Aquello que estoy viendo y sintiendo, refleja dónde estoy situado YO conmigo mismo; es decir, si vemos conflicto, es que yo soy conflicto… si veo ataque ante mi, es que quizá YO estoy dando motivos para ser atacado y no soy consciente de ello.

Si tenemos la capacidad de ‘generar espejos’ desde nuestro centro, no cambiaremos la situación exterior, sin embargo y desde nosotros mismos No-interferiremos ante la acción, con lo qué quizá, toda intención exterior, quedará diluida, pero solo quizá, ya que también podría haber ocurrido que dicho ataque nunca existiera, y al igual que el espejo, es decir, que éste hubiera sido fruto de nuestra creación…

Las cosas ocurren porque deben pasar y nosotros tenemos la extraña convicción de quedarnos atrapados en ella, analizarlas una y otra vez y no soltarlas… de esta manera no tenemos ocasión de vivirlas, disfrutarlas y dejarlas ir… habéis intentado retener alguna vez una ola de mar que rompe en una playa? Pues a eso me refiero, preferís intentar una y otra vez crear mecanismos que las retengan, o simplemente optáis por observar lo que os tienen de decir, sentir ese momento y soltarlas para esperar  si la siguiente ola traerá una sensación que nos alga sentir otra cosa totalmente diferente… podemos vivir esto, gracias a que hemos soltamos la ola anterior…

Quizá podréis pensar, qué diablos tiene esto que ver con la práctica del Aiki, pues para mi lo tiene que ver en todo; es decir, en el momento que me paro he intento analizar el posible ataque que he sufrido (porque a lo mejor no hubo ni ataque), estoy intentando ‘retener una ola’…




Lo interesante de la práctica, lo que me aporta es, como está mi YO en ese momento, como lo vivo y lo siento en ese instante, y como soy capaz de no retenerlo. Si lo intentamos retener, es cuándo quizá nacerá el ataque, cuándo nuestro centro se verá alterado, y es en ese preciso momento cuándo nos sentiremos quizá vulnerables, porqué estaremos des-centrados, o lo que es lo mismo, fuera de nuestro centro.

Las herramientas en el Aiki, igual que en muchas actividades de la vida (incluso la de aprender a estar y permanecer con Atención Plena), nos aportan el conocimiento en forma de entrenamiento para estar ‘preparados’ para cuándo va a llegar el momento; sin embargo, no nos enseña o nos indica cuándo va a llegar ese momento, por ese mismo motivo son ‘herramientas’ y no la finalidad de nuestra práctica (entendiendo también la propia vida como práctica).

El estar abierto a observar las olas, sin juzgarlas, sin pretender que la anterior sea más bonita, más grande o poderosa, es lo que nos indica que todos tenemosesa capacidad de sentir y vivir el momento. Todos ellos serán únicos, ni mejores ni peores, simplemente vendrán con su realidad y nosotros recogeremos esos instantes en función de cómo estemos con nosotros mismos; esta herramienta, la del espejo, es la que podremos utilizar para resolver cómo siento este ataque y como decido vivirlo, de esta forma se resolverá solo: en lo bueno y en lo no tan bueno, todo dependerá de cómo YO quiera verlo, y si no interferimos, podremos incluso quizá apreciarlo y vivirlo…


16/03/2019 
JOAN RUBIO 
MUSUBIKAI AIKIDO