domingo, 17 de marzo de 2019

AIKI: LA PRÁCTICA Y EL ARTE DE NO-INTERFERIR…


En el Aikido, al igual que en la vida, tenemos la tendencia de intentar cambiarlo todo en vez de observarlo, sentirlo y vivirlo…

Aquello que estoy viendo y sintiendo, refleja dónde estoy situado YO conmigo mismo; es decir, si vemos conflicto, es que yo soy conflicto… si veo ataque ante mi, es que quizá YO estoy dando motivos para ser atacado y no soy consciente de ello.

Si tenemos la capacidad de ‘generar espejos’ desde nuestro centro, no cambiaremos la situación exterior, sin embargo y desde nosotros mismos No-interferiremos ante la acción, con lo qué quizá, toda intención exterior, quedará diluida, pero solo quizá, ya que también podría haber ocurrido que dicho ataque nunca existiera, y al igual que el espejo, es decir, que éste hubiera sido fruto de nuestra creación…

Las cosas ocurren porque deben pasar y nosotros tenemos la extraña convicción de quedarnos atrapados en ella, analizarlas una y otra vez y no soltarlas… de esta manera no tenemos ocasión de vivirlas, disfrutarlas y dejarlas ir… habéis intentado retener alguna vez una ola de mar que rompe en una playa? Pues a eso me refiero, preferís intentar una y otra vez crear mecanismos que las retengan, o simplemente optáis por observar lo que os tienen de decir, sentir ese momento y soltarlas para esperar  si la siguiente ola traerá una sensación que nos alga sentir otra cosa totalmente diferente… podemos vivir esto, gracias a que hemos soltamos la ola anterior…

Quizá podréis pensar, qué diablos tiene esto que ver con la práctica del Aiki, pues para mi lo tiene que ver en todo; es decir, en el momento que me paro he intento analizar el posible ataque que he sufrido (porque a lo mejor no hubo ni ataque), estoy intentando ‘retener una ola’…




Lo interesante de la práctica, lo que me aporta es, como está mi YO en ese momento, como lo vivo y lo siento en ese instante, y como soy capaz de no retenerlo. Si lo intentamos retener, es cuándo quizá nacerá el ataque, cuándo nuestro centro se verá alterado, y es en ese preciso momento cuándo nos sentiremos quizá vulnerables, porqué estaremos des-centrados, o lo que es lo mismo, fuera de nuestro centro.

Las herramientas en el Aiki, igual que en muchas actividades de la vida (incluso la de aprender a estar y permanecer con Atención Plena), nos aportan el conocimiento en forma de entrenamiento para estar ‘preparados’ para cuándo va a llegar el momento; sin embargo, no nos enseña o nos indica cuándo va a llegar ese momento, por ese mismo motivo son ‘herramientas’ y no la finalidad de nuestra práctica (entendiendo también la propia vida como práctica).

El estar abierto a observar las olas, sin juzgarlas, sin pretender que la anterior sea más bonita, más grande o poderosa, es lo que nos indica que todos tenemosesa capacidad de sentir y vivir el momento. Todos ellos serán únicos, ni mejores ni peores, simplemente vendrán con su realidad y nosotros recogeremos esos instantes en función de cómo estemos con nosotros mismos; esta herramienta, la del espejo, es la que podremos utilizar para resolver cómo siento este ataque y como decido vivirlo, de esta forma se resolverá solo: en lo bueno y en lo no tan bueno, todo dependerá de cómo YO quiera verlo, y si no interferimos, podremos incluso quizá apreciarlo y vivirlo…


16/03/2019 
JOAN RUBIO 
MUSUBIKAI AIKIDO

No hay comentarios:

Publicar un comentario