domingo, 23 de agosto de 2015

EL ARTE DE HACER CAMINO

Caminante, no hay camino, se hace camino al Andar’ Antonio Machado


Durante todos estos años que llevo en la andadura del BUDO, más de 40 de los cuáles casi treinta ya como profesional, he tenido la gran suerte de poder compartir mi forma de entender el AIKI en diferentes lugares casi siempre alrededor de una misma zona o población.

Tener la oportunidad de practicar y difundir en diferentes lugares es una experiencia enriquecedora tanto por la gente que se conoce como por la cantidad de ‘energías’ que te vas encontrando de las cuáles siempre se aprende mucho, en lo positivo y en lo no tanto; no obstante todo sirve ya que de ello se va forjando aprendizaje…
También es cierto que este recorrido es poco satisfactorio debido a que en la mayoría de ocasiones todo cambio provoca mucho ruido, y con el ruido pérdida de estudiantes que por un motivo u otro se apean en un punto del camino inacabado,  por lo menos para mí…

En todo caso, desde la última década he ido desarrollando cada vez  y de forma más intensa el deseo y sueño a la vez de encontrar un lugar dónde poder llevarlo a cabo de forma exclusiva a través de tener un Dojo propio.

Si nuestro destino o los pasos que demos en el futuro requieren tanta atención que se vuelven más importantes que los pasos  que estamos dando ahora mismo, perdemos completamente el propósito interno de nuestro viaje, que no tiene nada que ver con dónde vamos o qué hacemos y sí cómo lo hacemos.

Poco tiene que ver con el futuro, sino con la calidad de nuestra conciencia e implicación en este momento. El propósito externo pertenece a la dimensión horizontal del espacio y del tiempo; el propósito interno involucra una profundización en nuestro Ser, en la dimensión vertical del ahora intemporal.

Nuestro camino externo puede tener un millón de pasos y sin embargo nuestro camino interno solo tiene uno: el que estamos dando ahora mismo, al igual que la resolución de un ataque y/o confrontamiento: es único y eficiente en ese momento y no en otro…

A medida que nos hacemos más conscientes de este único paso, nos vamos dando cuenta de que contienen todos los demás, incluyendo el punto de destino. Entonces este paso se convierte en una expresión de la perfección, un acto de gran belleza y calidad.

Esto es al mismo tiempo el propósito y la culminación de nuestro camino interno, el camino hacia nosotros mismos…

 El camino [DO] se hace, no se alcanza…Maestro y el discípulo, juntos, crean el camino y la enseñanza…

 Joan Rubio
Musubikai Aikido Montseny

-    Dedicado al actual grupo de práctica MUSUBIKAI AIKIDO MONTSENY  -


No hay comentarios:

Publicar un comentario