martes, 25 de agosto de 2015

EL ARTE DE LA ESCUCHA...


‘Forma es vacío, vacío es forma’ Sutra del Corazón


En muchas ocasiones en la práctica y durante el encuentro con Uke, a pesar de que intentamos estar centrados en la escucha de la otra persona para evitar provocar cualquier reacción o movimiento que altere su intención original en el ataque o confrontamiento, nos limitamos a escuchar con la mente exclusivamente.

Esta acción provoca en la mayoría de situaciones alejarnos más de nuestro principal objetivo; esperamos ‘algo’ a partir de una acción provocada y forzada. Esto genera una amarga sensación de ‘frustración y desaliento’.

La escucha la debemos centrar con todo nuestro cuerpo y todos nuestros sentidos; de esta manera podremos observar lo que ocurre también en nosotros mismos. La búsqueda del silencio durante la acción para dejar que el sentido de la escucha se agudice [prestar atención al silencio externo, crea silencio interno: la mente se aquieta…]

Esto aleja nuestra atención del pensamiento y crea un espacio tranquilo que nos permite escuchar sin interferencias mentales: estamos dando espacio a Uke, espacio para que actúe con la mayor naturalidad posible, espacio para ser.

En la mayoría de ocasiones no sabemos escuchar porque casi toda la atención está ocupada por la mente; prestamos más atención a nuestros propios pensamientos que a lo que Uke nos ‘está diciendo’…

La mayoría de las relaciones humanas consisten principalmente en la interacción de unas mentes con otras y no en seres humanos que se comunican, que están en comunión, que mantienen un diálogo a través de su ‘ser’, lo que conlleva a desarrollar una escucha poco sensible y un tanto superficial basada exclusivamente en el raciocinio.

Si somos capaces de abrir este canal (el del ‘ser’), concentrándonos simplemente en  estar presentes y sentir con toda nuestra presencia,  emociones que nos han sido otorgado por naturaleza desde que nacemos y que con el tiempo vamos anulando, en vez de intentar entender y/o asimilar intelectualmente, seremos capaces de ‘arañar’ aunque sea por pequeños instantes parte de nuestra existencia a través de una escucha ‘total’.

 A partir de este punto nace la total atención, la atención marcial (bushi), la atención basada en el amor total también. La forma que elijamos relacionarnos desde aquí, sea cual fuere la opción dependerá totalmente de nosotros, pero sea una u otra será real y sin vacilaciones…

Este es para mí el principio de nuestra práctica, este es para mí el principio AIKI…




 Joan Rubio
Musubikai Aikido Badalona

-    Fuente de referencia basada en textos de  Eckhart Tolle  -



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