‘Todo lo que he aprendido durante los veinte años que
llevo de monje puedo resumirlo en una frase:
‘’todo lo que surge, se desvanece’’
Monje
Budista – Anónimo
Estoy convencido que la mayoría de sensaciones ‘negativas’
que experimentamos en la práctica, son creadas por nosotros mismos, aparecen
desde la inconsciencia y están fundamentas o generadas a través de nuestro Ego;
podríamos afirmar que son ego-creadas.
Los patrones básicos del ego están diseñados para
combatir nuestros miedos más arraigados. Los ‘síntomas’ comunes no son
excesivamente difíciles de identificar ya que son desarrollados a partir de
crear estados de resistencia, control, poder, avaricia, actitud
defensiva, agresividad,… La supervivencia
del Ego en nosotros mismos se alimenta precisamente en mantener de forma
inteligente alguno (o todos) de estos
estados a través de argumentar y/o justificar cualquier tipo de acción creada precisamente
desde el ego, es decir la no-consciencia.
Cuando los egos se encuentran en relaciones personales,
profesionales, organismos, etc. Antes o después acaban ocurriendo cosas
‘malas’: situaciones de conflicto, problemas, luchas de poder, violencia física
y/o emocional, y así sucesivamente. A todo esto debemos añadir que la continua
resistencia del ego acaba por provocar enfermedades, y bloqueos del flujo
energético de nuestro cuerpo debido a restricciones que nosotros mismos hemos
‘diseñado y puesto en práctica.
En el momento que tenemos la capacidad de conectar con
nuestro Ser y dejamos de estar dirigidos por la mente (residencia habitual del
ego), dejamos de crear estas situaciones y lo más importante desde mi punto de
vista, nuestra no-resistencia puede hacer eco en terceras personas ayudándoles
a reflexionar desde su Ser y no desde su Mente…
Para evitar cualquier tipo de suspicacia, hago un inciso
clarificando al tipo de ego al que hago referencia; en este caso me refiero al
ego que intenta ‘justificar’ por encima de todo que cualquier acción o
situación que ‘no es de mi agrado’ se
genera atribuyendo cualquier tipo de culpabilidad/responsabilidad a personas/situaciones
ajenas a mí…
Cuando permites que el pasado (pensamientos del estilo de que cualquier momento del pasado fue mejor) o el futuro
(generando ansiedad por la consecución de objetivos) oscurezcan el presente,
estás permitiendo que el ego tome el control de la situación no disfrutando del
momento presente, que como indica la propia palabra, es un regalo.
Para mí, el AIKI a
través de su práctica, es un excelente escenario dónde poder conectar con esta
sensación y aprender a ‘escuchar’ desde el ser y no desde la mente (residencia
del ego).
Durante la práctica, cuando vives en una aceptación total
de lo que es, es cuando realmente
puedes acabar con todos los conflictos del momento y posiblemente de lo que
está por venir…Los Ukes ni siquiera pueden entrar en conflicto contigo por más
que lo intenten. Su misión y objetivo es intentar generar esta situación de
conflicto; de hecho es su trabajo y papel.
Al igual que en la vida corriente dónde siempre se
generan situaciones que te intentan desplazar de tu centro debido ‘beneficio
propio’ que irán en tu ‘contra’. Durante la práctica del AIKI, tienes la
oportunidad de coger consciencia de tu Ser para poder experimentar la práctica
del No-ego.
Resistirte implica
identificarte y posicionarte con tu Mente, ya sea a través de una respuesta
agresiva o no; el hecho es que se genera conflicto. La aceptación total de la
situación, del ataque, de este conflicto que se ha generado, cesa en el momento
que eliminas cualquier expectativa en relación a imponer nada desde tu mente.
Páusate, observa qué está ocurriendo sin que ello
implique renunciar a tu libertad; ahora tienes la capacidad de generar una
situación en la que no existe ‘defensa’ ya que has provocado que el ataque se
desvanezca…
Joan
Rubio Mulero
MUSUBIKAI
AIKIDO BADALONA
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